Eres mas bella cuando ries que cuando lloras...

Eres mas bella cuando ries que cuando lloras...
Se feliz siempre

lunes, 27 de mayo de 2013

SER UN GRAN HOMBRE...

Es la primera vez que escribo sobre nosotros los hombres.... hombres que siempre nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad.... Un día, mi hermana lloraba en su habitación... Con mucha nostalgia, observé que mi padre se le acercó... y le preguntó el motivo de su tristeza...los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, 8 años más tarde...la recuerdo cada mañana, y me llena de fuerza... Mi padre, acariciándole el rostro, le dijo: - "Hija mía, enamórate de un gran hombre, y no volverás a llorar"... Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre, y no dejarme vencer por las pequeneces... Conforme pasan los años... descubrimos que si tan sólo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón... ¡el mundo sería completamente distinto! Aprendí que un gran hombre... no es aquel que compra todo lo que desea, pues habernos tantos que hemos comprado hasta el cariño y el respeto de quienes nos rodean... Mi padre le decía: No busques a un hombre que sólo hable de si mismo, sin preocuparse por ti... Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros... No te ates a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves...o ¡o mucho que deberías cambiar... ¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará por un cabello más claro?, ¿Por unos ojos de otro color? ¿O por un cuerpo más esbelto?... si no supo admirar ¡a verdadera belleza que hay en ti? ¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas... haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad...? Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, ni quien vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo... Un verdadero y gran hombre, es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos, ni se refugia en vicios y cortinas de humo; es el que abrí- su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer, por sus cimientos morales y grandeza interior... ¡Un Gran Hombre es aquel que camina de frente, sin bajar la mirada; es aquel que no miente, y sabe llorar su dolor...! Hoy, mi hermana esta felizmente casada, y ese gran hombre con quien se casó... no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado... Ese gran hombre es quien simplemente, nunca la hizo llorar... es quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada alegría que comparten, y por esos tres hijos que llenan sus vidas... Ese gran hombre, ama tanto a mi hermana, que no se cansa de besar sus manos, y mucho menos sus labios... ¡La quiere por quien ella es... y por lo que son cuando están juntos...! ¡Aprendamos a ser uno de esos grandes hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una gran mujer, y nada ni nadie nos pueda vencer! Autor: Alejandro Morera

Cuando los Ángeles lloran...

-Yo creía que las personas eran seres especiales enviados por Dios a la tierra para amarse y crecer juntos. -Creía que el amor era una moneda corriente de gran valor en el mundo y todos ganaban lo suficiente como para dejar de ser egoístas y ahorraban sonrisas para invertirlas en los amigos y en sus almas. -Creía que las personas habían hecho un monumento en cada ciudad como una obra compartida, un recuerdo para los hijos y no como símbolo del orgullo y vanidad. -Que la electricidad era producida por ríos y vientos para beneficio de todos sus hermanos. -Creía que los niños eran dones preciosos de la tierra y que todos los amaban porque eran la promesa de un mundo mejor, nunca pensé que había gente que los abandonara o no los quería. Pensaba que todos los días había alguien dispuesto a hacerlos felices. -Yo miraba el mundo desde las nubes y corría entre las estrellas, loco de contento tratando de hacer feliz a alguien. Amaba tanto a las personas que siempre buscaba la forma de ayudarlos en sus pedidos. -Creía que el mundo era un hermoso globo floreciendo en el espacio, lleno de cosas buenas y maravillosas. No me imaginé que había seres con pensamientos tan egoístas, tan insolentes y desagradecidos, y aprendí bien qué es eso... tonto de mi... no lo había visto antes. -Cuando llegue a estos sitios quise reír, pero un golpe me hizo llorar. Así me recibió el mundo, tan solo el abrazo de mi madre calmo el dolor. Crecí en esta tierra, respirando este aire y alimentándome de lo que ella da. Aprendí a amar a los árboles, que tienen tantas historias para contar, a las plantas que crecen por todos lados y tienen tan buenos sentimientos. Aprendí a amar a los animales que tienen una conciencia un poco mas limitada que los seres humanos, pero sus sentimientos son tan plenos... tan simples. -Aprendí que existe la envidia, el egoísmo, la guerra... el racismo que es una odiosa forma de insultar a la Creación de Dios. Aprendí como se denigran las personas y buscan su propia destrucción por un interés transitorio, más ellos piensan que son tesoros eternos, tratan de lograr sus objetivos sin importarles nada acerca de otros seres que viven en inferioridad de condiciones y muchas veces esas personas no tienen qué comer. -Aprendí lo que es el orgullo, la maldad, la insolencia, la avaricia, el desprecio, la burla, la marginación, la mentira, la violencia, la degradación, los tormentos internos, el egoísmo, la soberbia, la hipocresía y... el olvido... -Aprendí tantas cosas feas, tantas cosas que yo no había visto desde allí... aprendí a cada paso viviendo cada una de esas cosas, sintiendo en mi piel correr el ácido de la pobreza humana, llorando, cayéndome y volviéndome a levantar. Respirando profundo, mirando el cielo azul de todos los tiempos, viví. Viví a cada momento un trozo de la historia, buscando calmar el ánimo y mejorando mis días, siempre tratando de encontrar una explicación en ojos de cristal... de las personas que veo a diario y sin embargo no asumen su rol en el divino porvenir, no se dan cuenta de su importancia en el relato de la vida, entonces sufren, pelean, reclaman, gritan, y piensan que a nadie les importan, porque los otros también están haciendo lo mismo. -Cada uno trae a este mundo una misión que cumplir. Hay algunas misiones que son familiares y te enseñan a caminar, otras, te enseñan a volar, hay quien viene para educar, otros para tan solo amar, hay tantas misiones como seres humanos existen, son tantas las cosas maravillosas que cada uno debe descubrir... pero cuesta aprender y "ver" lo que los ojos del alma ven. -En cada pedacito de tiempo lloramos un poco por muchas cosas difíciles y nos sentimos impotentes ante la crueldad, pero la misión debe continuar, con mucho peso sobre los hombros, debemos seguir, tal vez en el camino encontremos la luz de las estrellas que brillan recordándonos de donde venimos. -Yo traje a este mundo una misión... abrir una puerta, una puerta al infinito para que tus ojos vean la maravilla del poder del Ser y que dejen atrás lo que fue, lo que no estuvo bien. Me ha costado grandes aflicciones caminar entre santos y burlones, y después de todo he decidido llegar a tu corazón sencillo, ese que tantas veces vi en mis sueños, ese ser luminoso que espera una respuesta llamado TU. -Yo vine a abrir una puerta y que veas la maravilla de las estrellas y que sepas que ¡todo en el universo tiene conciencia! El universo piensa, ama y siente tal como tu. Dios no es una idea nacida de la razón por la razón y ante la necesidad de justificación. Dios es el centro mismo de todo el universo, es una conciencia tan grande, tan gigantesca que jamás podríamos atraparlo con la razón y la lógica, pues no se subordina a nuestros pensamientos, son nuestros pensamientos que están subordinados a El. Si esto no sucede, si el pensamiento no se orienta a su origen divino, es como un cometa errante que en cualquier momento desaparecerá pues su destino fue ese y nada más, tan solo ha tenido la suerte de conocer algo de la maravilla del vivir, y aún así Dios puede tomarlo con su infinito amor y volverlo una luz en el camino para guía de quienes estén en situaciones similares. Dios no te juzga porque tengas dinero, o porque quieras conseguirlo. Te juzga porque por omisión no haces nada por aquellos a los que le falta el pan, un abrigo o una palabra de amor. Porque tú no eres superior a nada en este mundo, una planta, un árbol, un río, un animal vale tanto como tú. Y tú vales tanto como tu conciencia te representa ante Dios. De acuerdo al contenido de tu conciencia será el peso y el brillo que tengas ante El. -Si en tu interior faltan muchos árboles, deben ser los que cortaste y no repusiste, si en tu interior falta palabras de agradecimiento es porque nunca has ayudado a nadie, si en tu interior falta amor, es porque nunca has amado a nadie. Todo lo que falta son como agujeros vacíos en el campo luminoso de tu ser. Y si nunca has sabido llenar esos vacíos con amor, y no se lo muestras Dios, es porque nunca te has preocupado en obtenerlo. -Eso quiere decir que le lleves amor recogido en tu camino, agradecimientos y bondad que hayas tenido en la vida. Ese es el poder que te dignifica ante Sus ojos y no otro. Todos recogemos en el camino un poquito del poder de Dios. El lo ha dejado allí en infinitas formas. Solo es cuestión de reconocer en cada cosa su maravillosa mano y ..... detrás su inmenso bondad. -Déjame saber que me he equivocado. Te prometo que no diré nada a nadie, salvo a Dios, que cuando me pregunten como es la Tierra, diré que es lo mejor. Déjame saber que todo ha sido un error, déjame ver algo hermoso e inteligente, la sabiduría acumulada por milenios que brota del corazón, déjame entender que cuando los ángeles lloran es porque han tenido un mal sueño. -Ven, toma mi mano, dame la tuya. Vamos a realizar buenas obras, en tu casa, con tus amigos, en tu trabajo, en todos tus tiempos, déjame ver con ojos amigos que eres una buena persona. A cambio te prometo un viaje infinito, sobre millones de estrellas que adornan los cielos y entibiarán tus pies, yo te prometo un campo de amor perfumado con fragancias divinas y arrullado a tu lado dormirá tranquilo el Señor. Tú Ángel...

domingo, 29 de noviembre de 2009

Las Alas de Dios



Un artículo en National Geographic varios años atrás mostraba una foto impactante de las Alas de Dios. Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, los guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del incendio. Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, posado como estatua en la base de un árbol. Un poco asombrado por el espeluznante espectáculo, dio unos golpecitos al pajarillo con una vara. Cuando lo hizo tres diminutos polluelos se escabulleron bajo las alas de su madre ya muerta. La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus hijos a la base del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo tóxico ascendería. Ella podía haber volado para encontrar su seguridad, pero se había negado a abandonar a sus bebes. Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo ella permaneció firme. Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen vivir.



miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cuando me amé de Verdad...

Cuando me amé de verdad

 

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

 

 Love Always 

Inspiración_25

sábado, 24 de octubre de 2009

Se Feliz Hoy...


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de terminar la escuela, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro, entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos mas felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos por que son adolescentes y que seguramente seremos mas felices cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados. La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, Cuándo? Tu vida siempre estará llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Siempre esperamos largo tiempo para comenzar a vivir la vida de verdad, siempre habrá algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar y no nos damos cuenta de que todos estos obstáculos son parte de la vida . Esta perspectiva nos deja ver que no hay un camino a la felicidad. La felicidad es el camino. Así que, atesora cada momento que tienes, y atesóralo mas cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie... Así que deja de esperar hasta que tengas más dinero, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño, el invierno, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz... La felicidad es un trayecto, no un destino. Trabaja como si no necesitaras dinero, Ama como si nunca te hubieran herido, Y baila como si nadie te estuviera viendo.